Termografía infrarroja

La termografía infrarroja es una técnica que permite, a distancia y sin ningún tipo de contacto, la medición y visualización con precisión de las temperaturas superficiales de los objetos. 

El análisis termográfico identifica irregularidades energéticas y comportamientos anómalos de los sistemas estudiados. Permite conocer y corregir, entre otros:

  • Deficiencias en el aislamiento.
  • Localizar pérdidas en el sistema de climatización.
  • Identificar puentes térmicos.
  • Detectar los fallos y averías en los equipos producidos por las altas temperaturas.

Tras este estudio pueden valorarse fácilmente las acciones más adecuados para mejorar notablemente el rendimiento de la instalación, es decir, aumentar la eficiencia energética.

El análisis mediante cámaras termográficas infrarrojas está recomendado en los siguientes casos:

  • Instalaciones y líneas eléctricas de alta y baja tensión.
  • Cuadros, conexiones, bornes, transformadores, fusibles y empalmes eléctricos.
  • Motores eléctricos, generadores, bobinados, etcétera.
  • Reductores, frenos, rodamientos, acoplamientos y embragues mecánicos.
  • Hornos, calderas e intercambiadores de calor.
  • Instalaciones de frío industrial y climatización.
  • Líneas de producción, corte, prensado, forja, tratamientos térmicos.
  • Fugas en techos.
  • Fugas térmicas en paneles aislantes.

El mantenimiento predictivo por termovisión cuenta con importantes ventajas:

  • Método de análisis sin detección de procesos productivos. Ahorro de gastos.
  • Baja peligrosidad para el operario al evitar la necesidad de contacto con el equipo.
  • Determinación exacta de puntos deficientes en una línea de proceso.
  • Informes muy precisos para el personal de mantenimiento.
  • Ayuda al seguimiento de las reparaciones previas.